DAVID, EL PRECIO DE LA LUCIDEZ ES LA INCOMODIDAD. DE LA FAMA A LA TRASCENDENCIA.
- Enrique Portnoy
- May 30
- 5 min read

DB, ex futbolista profesional y uno de los nombres más reconocidos en la historia del fútbol mundial, ha logrado una transición exitosa a la industria de la moda y los negocios. Sin embargo, como embajador de un club de la MLS y figura global, DB está buscando una guía para maximizar su impacto en el futuro. A través de su trabajo en el fútbol y su influencia en la moda, ha abierto nuevas puertas en el ámbito empresarial, pero aún siente la necesidad de entender cómo puede integrar estos dos mundos, y cómo su legado puede seguir evolucionando. En esta consulta de ficción con Osvaldo Salvadores intentamos profundizar cómo se puede aprovechar la experiencia para desarrollar el Segundo Tiempo de manera plena, asegurando que el legado vaya más allá de la carrera deportiva y se convierta en un ejemplo de innovación y liderazgo global.
REUNIÓN DE TRABAJO CON OSVALDO SALVADORES
OS: David, tu historia es un ejemplo fascinante de cómo una persona puede trascender más allá de su carrera inicial. Como futbolista, alcanzaste la cima, pero tu impacto no se limitó al campo. La moda fue un canal clave para tu reinvención y tu crecimiento personal. ¿Cómo influenció la moda en tu vida, y cómo lograste integrar esa pasión en tu carrera y en tu rol actual dentro del Club? DB: Cuando empecé en el fútbol, lo único que quería era jugar al más alto nivel, pero siempre tuve un interés por la moda. Desde joven, me sentía atraído por cómo las personas se expresan a través de su estilo, y nunca pensé que mi vida como futbolista podría conectarse con la moda de una manera tan significativa. Los contratos con marcas como Adidas o H&M fueron solo el comienzo, pero a medida que mi carrera avanzaba, entendí que mi imagen podía ser una herramienta poderosa para conectar con la gente. Además, la moda me permitió mostrar una faceta más personal, algo que muchos no esperaban de un futbolista.
OS: Eso es lo interesante. A menudo, los deportistas se sienten encasillados en su rol y dejan de explorar otras facetas de sí mismos, pero vos lograste abrir un abanico de posibilidades con la moda. Eso nos lleva a la transición hacia tu rol actual en el club. Aquí no solo eres un representante de una franquicia, sino que tu imagen sigue siendo una pieza clave dentro de la cultura futbolística. ¿Cómo logras integrar esa experiencia en el marketing y la visión global que tenes para el club?
DB: Exactamente, Osvaldo. La moda me ayudó a entender el poder de una imagen y cómo esta puede influir en las audiencias. Cuando fundamos el club, no solo se trataba de tener un equipo competitivo, sino también de crear una marca que hablara directamente a los corazones de los aficionados, tanto dentro como fuera del campo. El fútbol es cultura, y la moda es una extensión de esa cultura. Al principio, la gente veía el fútbol en Estados Unidos como algo distante, algo que no estaba tan integrado con la vida cotidiana, como en Europa o América Latina; así que quise que nuestro club representara más que un equipo, sino una verdadera marca global, algo con lo que la gente se pueda identificar.
OS: Y aquí es donde tu capacidad de ver el panorama más amplio entra en juego. Como bien mencionas, el fútbol es cultura, pero en muchos aspectos, también es un negocio. Tenés una visión global que va más allá de los resultados en el campo; ahora, en términos de esa transición hacia la gestión de un club, ¿cómo manejas la dualidad de ser un hombre de negocio y, al mismo tiempo, un icono cultural? ¿Cómo íntegras ambos aspectos de tu identidad?
DB: Es un equilibrio interesante. Siempre he sido consciente de mi imagen pública, pero lo que me impulsa en este momento es el deseo de contribuir al crecimiento del fútbol en este país. Mi trabajo con las marcas me enseñó a gestionar una marca personal, pero también me dio las herramientas para gestionar una organización como la que gestiono. Hoy, lo veo como una oportunidad para transformar la percepción del fútbol en Estados Unidos, y eso involucra mucho más que solo un equipo de fútbol, está relacionado con crear experiencias que conecten a las personas, no solo en el estadio, sino en sus vidas cotidianas. La moda me enseñó a pensar en la experiencia del consumidor, y eso lo estoy trasladando al fútbol.
OS: Esa visión de ‘experiencia del consumidor’ es clave. Estás construyendo un entorno donde las personas no solo siguen a los jugadores, sino que siguen una filosofía, una marca que se asocia con algo más grande. En ese proceso, ¿cómo visualizas tu legado más allá del fútbol? ¿Qué parte de tu trabajo en la moda y en los negocios te gustaría que perdurara?DB: Mi legado siempre ha sido importante, pero lo que realmente quiero es que, más allá de mi nombre, la gente recuerde lo que representé. El fútbol me dio una plataforma, pero la moda y mis proyectos empresariales me han permitido abrir otras puertas. Lo que quiero es mostrarle a las generaciones futuras que no tienen que limitarse a una sola cosa. Podes ser futbolista y ser un emprendedor, un icono de estilo, un líder en otras áreas. Mi sueño es que cuando la gente piense en mi carrera, no solo piense en mis goles, sino también en lo que logré fuera del campo, en el impacto que tuve en la cultura y en la manera en que ayudé a redefinir el fútbol en Estados Unidos.
OS: Esa es la clave. En tu Segundo Tiempo, se trata de expandir tu legado y dar valor a todas las lecciones aprendidas. Lo que me parece más interesante de tu historia es cómo has logrado hacer transiciones de manera natural, de futbolista a hombre de negocios y líder de marca. El Segundo Tiempo no es solo lo que has logrado, sino cómo seguís aprovechando todas las herramientas de tu pasado para construir un futuro que sea tan significativo como tu carrera en el campo.
DB: Exactamente, Osvaldo. El Segundo Tiempo no es solo una segunda carrera, sino una oportunidad para crear algo que tenga un impacto duradero. Mi trabajo el club, mi incursión en la moda y otros negocios son solo las piezas de un rompecabezas más grande. Mi objetivo ahora es construir algo que perdure, que no solo se relacione con el fútbol o con la moda, sino que también tenga un impacto positivo en las futuras generaciones. El legado no se trata solo de lo que logras en tu carrera, sino de lo que dejas detrás.
OS: Eso es lo que marca la diferencia, David, entender que el Segundo Tiempo se trata de construcción. No importa cuánto hayas logrado, lo que importa es cómo aprovechas lo que tenés para seguir creando, aprendiendo y dejando un impacto. Tu legado, como mentor y líder, será el reflejo de tu capacidad para seguir creciendo más allá de lo que fuiste.
@2tsegundotiempo

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