ZLATAN, DEL EGO A LA ESTRATEGIA - RECONSTRUIR EL JUEGO DESPUÉS DEL JUEGO - FALTA DE EDUCACIÓN FINANCIERA
- Enrique Portnoy
- 3 days ago
- 3 min read

ZI se sienta con Osvaldo Salvadores, en una conversación que trasciende las luces del estadio y los contratos millonarios. Lo que comienza como un repaso de logros se convierte en una indagación profunda sobre la vulnerabilidad del retiro, el costo de la soberbia mal gestionada, la fragilidad de la formación financiera y el enorme valor de reconvertirse con propósito. Un diálogo necesario para todos los que alguna vez sintieron que su talento era suficiente… hasta que dejó de alcanzar.
REUNIÓN DE TRABAJO CON OSVALDO SALVADORES
OS: Zlatan, te vi jugar en tres continentes y siempre con la misma actitud desafiante. ¿Ese personaje que construiste, te protegía o te representaba?
ZI: Al principio era protección. Vengo de una infancia difícil. Tenía que ser más grande que mis miedos. Después… ese personaje se volvió útil. Ganaba respeto, dinero, contratos. Pero con el tiempo, también fue una cárcel.
OS: ¿Y cuándo empezaste a sentir que te estaba limitando?
ZI: Cuando me lesioné seriamente en Inglaterra. Tenía 35, ahí me di cuenta de que mi cuerpo no era invencible y lo peor no fue el dolor físico, fue el vacío. No tenía ni idea de cómo funcionaban muchas cosas fuera del campo. Mis finanzas, por ejemplo… había confiado ciegamente.
OS: Esa parte se escucha habitualmente. Muchos deportistas piensan que la formación financiera es algo que pueden tercerizar… hasta que un día los números no cierran. Nosotros pregonamos insistentemente que hay que entender lo que pasa con los ahorros que uno va obteniendo. No hace falta ser un especialista, pero si entender...
ZI: Exacto. No saber cuánto cuesta tu vida real. No saber cuánto tiempo podes sostener ese nivel. Hacer inversiones porque suenan bien, no porque las entendés. Yo creía que tener plata era lo mismo que ser inteligente con la plata.
OS: Una trampa común. ¿Y cómo cambió eso para vos?
ZI: Empecé a estudiar. Literal. Cursé online, hablé con empresarios de verdad. No todo fue fácil. Tuve que dejar el ego en la puerta. Hay un Zlatan que sabe todo sobre dominar una defensa… y otro que no tiene idea de cómo manejar un negocio. Tuve que aceptar que ese segundo Zlatan tenía que aprender desde cero.
OS: Eso requiere mucha humildad. ¿Te costó?
ZI: Claro. Porque mi personaje no estaba diseñado para dudar. Pero entendí que si quería construir algo para mi futuro, tenía que ser menos Zlatan y más humano. Escuchar. Preguntar. Equivocarme sin que eso me destruya.
OS: ¿Y hoy? ¿En qué estás poniendo tu energía?
ZI: Estoy desarrollando una plataforma que conecta a jóvenes talentos con mentores de diferentes países. Pero también quiero llevar fútbol a lugares donde los clubes no llegan. África, Asia. Hay hambre, hay talento… falta estructura. Y quiero ayudar a construir eso.
OS: ¿Crees que la cancha te enseñó algo que hoy puedas aplicar en este Segundo Tiempo?
ZI: Todo. Disciplina. Lectura del juego. Saber cuándo esperar y cuándo atacar. Pero lo más importante: resiliencia. Aprendí a caer sin romperme. A veces, no importa lo fuerte que seas… importa cuánto podes aprender después de fallar.
OS: Zlatan, ¿qué le dirías al chico que empezó en Malmö con sueños y bronca?
ZI: Le diría: “No dejes que tu rabia sea tu único motor. Vas a llegar lejos, sí. Pero también vas a dejar heridas. Aprende a elegir cuándo pelear y cuándo construir.”
OS: Eso también es estrategia. Pero más humana. Gracias por compartirlo así.
ZI: Gracias a vos, Osvaldo. A veces, para avanzar hay que hablar con alguien que no quiere sacarte una foto… sino entenderte.
@2tsegundotiempo
