La felicidad se consigue a través de logros.
El porvenir, es lo que propone la palabra: “el por venir”. Lo que viene…
El desafío es querer mejorar.
Estos son disparadores que proponemos.
Hacerse cargo, convencidos que no es una misión imposible. Siendo proactivos. Buscando y generando las oportunidades. Pidiendo la pelota para manejarla nosotros. Teniendo inquietudes que nos propongan aprender.
Introducirnos en temas que nos permitan disfrutar.
No esperando que llegue la pelota. Las oportunidades hay que buscarlas.
Aprendiendo, sin ninguna vergüenza ni resquemor.
Liberarnos de pensamientos que se “entremezclan”. Formarnos y darnos cuenta que pensar que porque fuimos excelentes como deportistas, o profesionales de la rama que hayamos elegido, hoy sabemos de todo, es otra amenaza.
Hay algo más complejo que no saber que es creer que sabemos.
Observar, escuchar, entender, aprender, analizar, tomar las decisiones.
Diagnóstico, pronóstico y tratamiento. Implementar las decisiones.
Definiendo el escenario para que podamos influenciar en lo que viene en nuestras vidas.
Proactividad, sin esperar que las cosas sucedan porque no hemos tomado decisiones o porque alguien decidió por nosotros.
Empezar con un fin todas las acciones que tomaremos nos permite adquirir un hábito eficaz para continuar realizando lo que tenemos que hacer y ejecutarlo bien.
Si seguimos haciendo lo que hoy hacemos, ¿dónde vamos a llegar?
¿Quién podrá defendernos?
Primero, claramente, nosotros mismos.
Entendiendo donde estamos parados, podemos liberarnos de preconceptos y de prejuicios. No perdamos la oportunidad de seguir siendo “artífices de nuestros propios destinos” (Winston Churchill)
Oscar Wilde decía, entre otras cosas:
- “Nos prometieron que los sueños podrían volverse realidad. Pero se les olvido que las pesadillas también son sueños”.
