Promovemos la curiosidad, el querer investigar, tener inquietudes y poder preguntarnos; preguntarnos para continuar aprendiendo.
La perplejidad y el asombro, por una parte, la necesidad de saber, la capacidad de cuestionar y preguntar “construyen” LA CURIOSIDAD.
Inmersos en el día a día puede no ser simple; pero parar la pelota y poder colocar “el futuro sobre la mesa”; disfrutando de un café, una copa de vino, o un buen libro; nos permite avanzar en un análisis de nuestro proyecto de vida. No puede ser que no nos preocupe y no nos ocupe; seamos capaces de realizarlo.
Dotemos a nuestra curiosidad de pensamiento crítico. Lo bueno de aprender a pensar bien, de saber usar el pensamiento crítico, es que se convierte en una herramienta que podemos diseñar a nuestra medida y que nos acompañara toda la vida.
@2tsegundotiempo
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