El médico clínico, con diploma de honor y años de experiencia NO puede llevar a cabo una operación de corazón, ni de rodilla; ni simple, ni compleja. Tampoco el Contador que ha firmado y auditado balances de empresas importantes puede hacerse cargo de la estrategia para plantear y presupuestar un plan de negocios de una industria metalúrgica.
¿Por qué creemos que un gran jugador de básquet puede ser el entrenador del equipo?
¿Por qué el crack del equipo de fútbol no tiene asegurado que será un gran director técnico?
El profesional de la vida se prepara para lo que viene. Sin dudas no tiene que ser "un experto" desde el inicio de su carrera, y tomar cierto riesgo, quizás forma parte de la personalidad de muchos de nosotros… pero, de tomar cierto riesgo a buscar la casualidad y no matar al enfermo en el quirófano, hay una larga, larga distancia.
Actitud, conocimientos, habilidades, dedicación, esfuerzo. El mérito es ganar la oportunidad porque nos la merecemos.
Las relaciones ayudan y las necesitamos pero al momento de presentarse la oportunidad para mostrar y demostrarnos que estamos preparados para lo que viene, no puede ser que venga lo que venga…
No es solamente un tema de confianza, y cuando algo no sale preguntarnos: ¿cómo pudo haber pasado esto?
Se organiza todo al revés, estamos impacientes por obtener resultados rápidos y aunque "el éxito a corto plazo puede comprarse", a largo plazo no se consigue.
Tenemos que descubrir cuál es la competencia que queremos asumir y prepararnos para ganar esa opción, y buscar la evaluación positiva de quienes tienen expectativas sobre lo que vamos a emprender. No existe “la atamos con alambre”.
Atrevidos, si; inconscientes, no.
Decididos, si.
Incansables, si.
Luchadores, si.
Ser “verdaderos creyentes” que nuestro desafío de ser profesionales de la actividad que llevamos adelante, ocupando funciones relevantes, con responsabilidad, nos permitirá disfrutar de lo que viene. Ese es nuestro Segundo Tiempo.
