No hay peor ciego que el que no quiere ver.
La fama construida en el Primer Tiempo, de a poquito, o rápidamente, va a ir desapareciendo... No seguiremos siendo los mismos de antes, seguramente como consecuencia de todo lo que hemos realizado, nos conocerán por lo que hemos recorrido y quedará para la estadística, pero ahora disfrutaremos de una vida diferente y proyectada en todo lo que vamos a hacer. Con proactividad. Con la causalidad como bandera, haciéndonos cargo de lo que viene.
¿Pueden llegar propuestas "de casualidad"? Complicado, pero puede ocurrir.
¿Las podremos aprovechar? Complicado, pero puede ocurrir.
¿Las vamos a lograr mantener por mucho tiempo? Complicado, pero puede ocurrir.
¿Vamos a estar satisfechos con hacer creer a los otros que esa es la vida que queremos mantener? Seguramente eso, es lo menos importante.
¿Quién soy?
La respuesta a esta incógnita es fundamental. Saber quienes somos. ¿Qué nos motiva? y ¿Qué nos permite seguir avanzando en la vida?. Progresando con la mira en construir una vida significativa, donde no estemos mirando el reloj esperando que pasen los minutos... La causalidad como proceso para conseguir lo que deseamos.
El equilibrio, el nuestro, que es el que tenemos que encontrar.
Definir los dilemas a los que estamos dispuestos a enfrentar para seguir descubriéndonos.
En muchos momentos son más importantes las preguntas que las respuestas. Si preguntamos y nos animamos a plantear "incógnitas inteligentes", quizás nos permitamos seguir creciendo. Hacer lo que tenemos que hacer y hacerlo bien. Entender cómo funcionan las cosas.
Con análisis crítico: Podemos correr y correr y creer que esa es la forma... pero:
¿Estamos enfocados hacia el lugar donde queremos llegar?
No podemos dejarnos llevar hacia dónde nos lleve la inercia; esa es una filosofía terriblemente mala.
Es necesario e imprescindible que nosotros decidamos, descubriéndonos para seguir creciendo en el Segundo Tiempo.
El video de la nota en youtube en https://youtu.be/HWrRjkrsm-c
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