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  • Writer's pictureEnrique Portnoy

APARECIÓ UN PROBLEMA, ¿Y AHORA QUÉ HACEMOS? – NOTA FINAL



Seguimos pensando en cómo estructurar la decisión a tomar y a implementar.

Hemos compartido el concepto que, ante la aparición de un problema, necesitamos tomar una decisión. Podemos encarar este proceso desde distintos lugares; desde la creatividad, o desde el control; desde el optimismo o desde la cautela y la prevención.

En esta nota final, cerrando las diferentes formas de estructurar el análisis, el planteo es incorporar 2 nuevos puntos de vista; la objetividad, que otorgan las cifras y los hechos, y la contracara, la subjetividad que generan las emociones y los sentimientos.


Si alguien se desempeña mal en sus funciones, opinamos ¡qué mal! ¡qué fracaso!

Pero si quién lleva adelante esa acción de forma inapropiada es nuestro amigo, o nuestro hermano; buscamos las excusas necesarias para “perdonarlo”. Lo tomamos como un “error leve”.

Ejemplo de las diferencias entre lo que significan “objetividad y subjetividad”.


Con emoción y sentimientos. Con intuiciones que nos permiten balancear los temas desde cierta irracionalidad.

Preguntándonos ¿qué nos hace sentir lo que estamos pensando?

Hizo mal su trabajo…

No estudió.

Faltó al entrenamiento.

Todas situaciones “perdonables” porque se trata de “nuestra gente”.

Emociones que no se las pueden negar. “Se sienten” y forman parte de nuestro ser.

Con total subjetividad.

Estos casos que, “como se trata de nosotros o de nuestra gente”, están perfectos, aunque estén mal encarados o resueltos.

Si nosotros cometimos la falta… “bueno, nos equivocamos y no pasa nada”…


Como contracara: Pensamos y resolvemos con objetividad. Buscando información real. Datos ciertos. Evitando interpretaciones.

Con hechos y cifras que nos brinden un grado de certeza total.

Intentando no llegar al riesgoso momento de obtener un exceso de información.

Evaluando situaciones sin tener en cuenta quienes son los actores.

Definiendo el “deber ser”.

Está mal y no hay excusas.

Desde ese lugar, aprender para seguir mejorando.

Tenemos un problema. Recabamos información. Seleccionamos los hechos relevantes referidos a la información y estudiamos si hemos definido el problema en forma correcta.

Tenemos alternativas para enfrentar el problema y surgen nuestras prioridades. Los criterios que utilizaremos para evaluar la decisión y ahí, nuestras opciones diferentes para seleccionar los caminos a seguir.

Analizados los puntos de vista posibles, proyectar con cada postura cuál sería el mejor resultado a lograr.

Si logramos flexibilizar nuestros puntos de vista y descubrir nuevas opciones y salidas a un problema, será más disfrutable el camino hacia la resolución de los mismos.

Debemos ser capaces en pocos minutos de cambiar el punto de vista y dar versiones diferentes de una misma opinión y esto nos conducirá a una decisión convincente.


Cuando alguna persona comenta que entiende la importancia de ciertas cuestiones pero que todavía no es momento para poner manos a la obra, recuerdo un famoso proverbio chino que dice: “el mejor momento para plantar un árbol fue veinte años atrás. El segundo mejor momento es ahora”.


lee las notas anteriores en:



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